miércoles, 19 de marzo de 2014

Nos cuesta sentir

Y nos cuesta decir "te quiero" porque eso significa quedarse desnudos. Como las pesadillas que nos persiguen desde niños. Como las radiografías que tan solo muestran lo que está escondido. Y es que anhelamos las verdades cuando nosotros callamos a gritos lo que deseamos decir por miedo a sufrir. Porque a menudo son batallas las que libramos tratando de ser libres aunque en el fondo anhelamos estar atados a alguien. Porque podría ser tan sencillo como decir "te echo de menos", pero eso implica quedarse un poco más vacíos esperando que nos llenen el hueco que dejamos abierto al entregarnos. Esperando que nos reparen los daños. Porque aterra la idea de quedarse solos pero más asusta aún sentir que somos un poco más felices cuando le vemos sonreír. Porque disimulamos con palabras que no pronunciamos lo que hablan nuestros ojos cuando escuchamos su nombre. Y porque acojona creer que ese alguien es capaz de convertir nuestras pesadillas en sueños y que el estar desnudos sea la mejor receta para volver a ser un niño.


©SandraLópezOrtiz_uca

sábado, 1 de marzo de 2014

Gotas de verdades

Llovía tanto como tantas eran las palabras que nunca te dije. Parecía que el enfadado día gris quería escupirme a modo de gotas de agua las verdades que ocultaba.
Y es que llover en uno mismo a menudo te empapa demasiado el alma. Y el agua a veces te ahoga como los suspiros que no dejamos escapar. Como las lágrimas que guardamos creyendo que escondiendo estamos a salvo. Pero seguimos perdidos.
Y seguimos con las ganas de encontrar ese horizonte que brilla al ras del agua de mar que añoro cada día.
Seguimos con las ganas de encontrar la ilusión que visten el reflejo de esos ojos que queremos que sean también nuestros, o al menos, de ambos.
Seguimos con las ganas de encontrar una playa en el cuerpo de ese alguien que nos invite a caminar descalzos, con total libertad.
Seguimos con el deseo de que las lágrimas que se nos escapen sean de felicidad.

©SandraLópezOrtiz_uca