domingo, 19 de enero de 2014

A la mitad

El mal y el bien. El ser y el estar. ¿De qué sirve aparentar? ¡Cállate! ¡Cállate ya puta cordura! Quiero decirle a la cara a la vida: ¿por qué no me lo pones fácil por una vez? ¿Por qué no alargas esos besos robados a escondidas? Aquellos que chocan con el deseo de que el asfalto desaparezca y el único tráfico que
quede vivo sea su cuerpo y el mío. ¿Por qué la felicidad viaja a medio gas y se detiene
en la mitad del camino? ¿Por qué me falta la voz si me sobran las palabras?
¿Por qué en lugar de una, sólo me permites media hora?
¿Por qué la trama no solo depende de uno mismo?
¿Por qué agotas el tiempo?
Entre medias tintas y medias frases.
Entre medias caricias suaves.
Entre medias estoy yo.
A un paso del vacío.
A un paso de perderme de nuevo.
A un paso de intentar emprender otro camino.
El destino y el azar. El querer y el poder. ¿De qué sirve arriesgar? ¡Cállate ya puta locura! Quiero decirle a la cara a la vida: que estoy cansada de estar tan cansada siendo tan joven. Que necesito una tregua.
Un tiempo muerto en el que me sienta viva. En el que no se vuelvan a reabrir nuevas heridas.
En el que me calle su voz. Un intento de confiar en que otras manos me ayuden de veras
a creer de nuevo en que existes, amor.

©SandraLópezOrtiz_uca

martes, 7 de enero de 2014

De todo y de nada

Del desencanto de los cuentos de princesas que disfrutabas siendo una niña. Del niño que siempre llevas dentro mientras avanzas. Del avanzar de la vida sin que te de tiempo a sentir que el tiempo pasa. Del pasado que resurge en forma de viejas batallas. De batallar con nuevas guerras que se abren creando frentes más intensos, aún si cabe, que los que ya permanecen dormidos. Del despertar de una realidad que se creía sueño. Del sueño de anhelar aquello que se quedó en el camino y que ya no tenemos. Del tener todo lo que no se necesita y necesitar mucho de lo que no se tiene y aún así se quiere. Del querer no querer más lo que no te valora. De valorar lo que se aprende y reconocer lo que aún no se sabe. Del saber crecer aún haciéndote daño. Del daño que hace más fuerte. De la fortaleza que supone enfrentarte a la vida con la recompensa de las pequeñas distracciones mientras eliges. Del no saber qué elegir.

Hablo de todo y de nada porque sigo sin saber que decir.
Distraigo mi mirada en otros ojos aunque busco los tuyos.
Y tú no lo sabes...pero yo sí.

©SandraLópezOrtiz_uca