Y nos cuesta decir "te quiero" porque eso significa
quedarse desnudos. Como las pesadillas que nos persiguen desde niños. Como las
radiografías que tan solo muestran lo que está escondido. Y es que anhelamos
las verdades cuando nosotros callamos a gritos lo que deseamos decir por miedo
a sufrir. Porque a menudo son batallas las que libramos tratando de ser libres
aunque en el fondo anhelamos estar atados a alguien. Porque podría ser tan
sencillo como decir "te echo de menos", pero eso implica quedarse un
poco más vacíos esperando que nos llenen el hueco que dejamos abierto al
entregarnos. Esperando que nos reparen los daños. Porque aterra la idea de
quedarse solos pero más asusta aún sentir que somos un poco más felices cuando
le vemos sonreír. Porque disimulamos con palabras que no pronunciamos lo que
hablan nuestros ojos cuando escuchamos su nombre. Y porque acojona creer que
ese alguien es capaz de convertir nuestras pesadillas en sueños y que el estar
desnudos sea la mejor receta para volver a ser un niño.
©SandraLópezOrtiz_uca
No hay comentarios:
Publicar un comentario